La Historia del Tarot: Orígenes, Evolución y Misterio

El Tarot es mucho más que un mazo de cartas utilizado para la adivinación. Detrás de sus imágenes simbólicas y su estructura numérica se esconde una historia fascinante que atraviesa siglos de evolución cultural, espiritual y artística. Para quienes se acercan al Tarot desde el estudio y la práctica consciente, conocer su historia no solo aporta contexto, sino que también enriquece profundamente la interpretación de cada carta.

Los orígenes del Tarot: entre el mito y la historia

Durante mucho tiempo, circularon teorías que vinculaban al Tarot con antiguos saberes egipcios, conocimientos esotéricos traídos del Lejano Oriente, o incluso con los místicos hebreos y la Cábala. Si bien estas hipótesis fueron populares en ciertos círculos ocultistas del siglo XIX, los estudios históricos actuales sostienen que el Tarot, tal como lo conocemos, tiene sus raíces más firmes en la Europa del siglo XV.

El Tarot como juego de cartas

La primera aparición documentada de cartas similares al Tarot data de mediados del 1400 en el norte de Italia, en particular en ciudades como Milán, Ferrara y Bolonia. Estos mazos eran conocidos como “trionfi” o “triunfos” y fueron creados para nobles y aristócratas como parte de juegos de entretenimiento, similares a los actuales juegos de cartas.

Uno de los mazos más antiguos que se conserva es el Tarot Visconti-Sforza, encargado por la familia Visconti, duques de Milán. Estos primeros tarots no eran utilizados con fines adivinatorios, sino como parte de un juego llamado Tarocchi, en el que los arcanos mayores servían como triunfos que vencían a las demás cartas.

La estructura del Tarot

Ya desde esos primeros mazos, el Tarot estaba compuesto por dos grandes grupos:

  • Arcanos Mayores (22 cartas): figuras alegóricas como El Loco, El Mago, La Muerte o El Mundo, con fuerte carga simbólica.
  • Arcanos Menores (56 cartas): divididos en cuatro palos (copas, bastos, espadas y oros), similares a una baraja común, con cartas numeradas del As al 10 y figuras de corte (sota, caballero, reina y rey).

Esta estructura única, más rica y elaborada que una baraja ordinaria, es una de las razones por las que el Tarot captó rápidamente el interés de místicos y filósofos.

Del juego a la herramienta esotérica

Recién a partir del siglo XVIII, el Tarot comenzó a asociarse abiertamente con lo esotérico. Filósofos ocultistas como Antoine Court de Gébelin y Jean-Baptiste Alliette (Etteilla) afirmaron que el Tarot contenía antiguos secretos egipcios y conocimientos herméticos. Aunque no existían pruebas históricas que respaldaran estas afirmaciones, sus ideas marcaron un antes y un después en el uso del Tarot como herramienta espiritual y de adivinación.

Etteilla fue también el primero en publicar un mazo de Tarot específicamente diseñado para la cartomancia, incluyendo significados para cada carta en posición normal e invertida. Desde entonces, surgieron distintas escuelas de interpretación del Tarot, cada una con su enfoque simbólico y espiritual.

El Tarot de Marsella: pilar de la tradición

Uno de los mazos más influyentes y antiguos que ha perdurado hasta hoy es el Tarot de Marsella, que apareció en Francia en el siglo XVII. Este mazo estandarizó muchos de los diseños simbólicos que hoy consideramos “clásicos” del Tarot. Fue reproducido por distintos impresores en ciudades como Marsella, Lyon y París, y es la base de muchas interpretaciones modernas.

El Tarot de Marsella se caracteriza por:

  • Un estilo visual simple pero lleno de color y simbolismo.
  • Arcanos Mayores con figuras icónicas que han inspirado a generaciones de lectores.
  • Arcanos Menores representados en su mayoría de forma no figurativa (especialmente del 1 al 10), lo que obliga al lector a apoyarse en la numerología, el color, la disposición y la intuición.

El Tarot en el siglo XX y XXI

Con el paso del tiempo, surgieron nuevas variantes del Tarot. En 1909, Arthur Edward Waite y Pamela Colman Smith publicaron el Rider-Waite-Smith Tarot, el primer mazo ampliamente distribuido que ilustró también los Arcanos Menores con escenas completas. Este mazo se volvió extremadamente popular y dio lugar a múltiples versiones modernas.

En la actualidad, el Tarot vive un renacimiento: se lo estudia desde perspectivas psicológicas (como hizo Carl Jung), se lo utiliza como herramienta terapéutica, creativa y espiritual, y existe una enorme variedad de mazos adaptados a diferentes filosofías, estilos artísticos y formas de leer.

Conclusión

La historia del Tarot es un reflejo del deseo humano de comprenderse a sí mismo, de buscar respuestas más allá de lo visible y de conectar con lo simbólico y lo sagrado. Desde sus humildes comienzos como un juego renacentista hasta su lugar actual como herramienta de autoconocimiento, el Tarot ha atravesado siglos de transformación sin perder su misterio.

Estudiar su historia nos permite honrar su riqueza y comprender que, más allá de las supersticiones o los mitos, el Tarot es un puente entre lo visible y lo invisible, entre el mundo externo y el universo interior.